lunes, 29 de septiembre de 2014

Camino A La Divinidad. Tepoztlán Morelos, Parte 1...

y ahora qué escribo?
Ok… 2 semanas después y apenas publico algo.
¿Me dio hueva de nuevo? Seeeeee…
En realidad estaba tratando de sacar temas, pero no me convencían.
Aparte de que he estado en otro proyecto mío que si ha sido un tanto difícil de escribir…

Pero bueno…
Para romper la rutina, a mi madre y a mí nos dio por darnos a la fuga a un pueblito maravilloso llamado Tepoztlán.
Ubicado en el estado de Morelos, Tepoztlán es un pueblo como muchos, pero la característica principal es que tiene un cerro llamado el Tepozteco, en el cual hay unas ruinas arqueológicas dedicadas al Dios Tepoztecatl, así como al Dios Ome Tochtli (de ellos hablaré más adelante).

y esto solo es una parte...
Para llegar a las ruinas de la pirámide hay que escalar el mismo cerro, es una faena bastante
difícil (sobre todo para quienes no hacen ejercicio), pero el trayecto entre las primeras
escaleras para subir y la pirámide es hermoso, pues está rodeado de vegetación, de las paredes del cerro, así como de corrientes de agua (dependiendo de la estación del año) que sueltan una brisa refrescante y que mitiga el calor.
Después de pasar las últimas escaleras (donde se localizan las ruinas, pues todavía de ese punto el cerro se extiende más alto, pero por seguridad no dejan pasar) solo es una última escalada (un poco mas breve y tranquila) para llegar a la pirámide. Es ahí donde no solo te puedes felicitar por haber escalado y llegado a este punto, sino que también puedes apreciar una vista panorámica muy chingona de todo el pueblo.
Si me preguntan, toda la escalada equivaldría a subir 4 o 5 veces la pirámide del Sol de Teotihuacán… si… está cabrona, pero llegar hasta arriba, sin importar lo que una persona tarde es una gran victoria.
Eso si, cobran $43.00 por entrar y en domingo el acceso es gratuito.

Respecto al pueblo siempre ha sido agradable visitarlo y pasar por la avenida principal.
He ido con mi familia 5 veces y si he notado que han cambiado muchas cosas, pero la hospitalidad de su gente sigue siendo igual de grandiosa.
Hay varios lugares donde comer, desde restaurantes, puestos, el tianguis en el centro. Pero mi recomendación son los puestos de gorditas y quesadillas, pues en los mismos preparan unas gorditas triangulares llamadas itacates, estas se podrían decir que son la comida típica y característica de Tepoztlán.
También es el pueblo fundador de la cadena de helados y nieves Tepoznieves, algo así como un Starbucks pero con helados y nieves, en realidad hay una que otra sucursal de Tepoznieves aquí en el D.F., más precisos en las delegaciones del sur como Xochimilco y Tlalpan.

Entre sus celebraciones destacan el carnaval de Tepoztlán, que se celebra 4 días antes del miércoles de ceniza, y la celebración al Dios Tepoztecatl el 8 de septiembre.

Hablando de los orígenes del pueblo, este data del siglo XV, fue parte de las conquistas de la
recreación del templo...
 Triple Alianza y fue fundado durante el reinado del Venerado Orador (o Emperador Mexica) Ahuizotl.
El templo o pirámide fue dedicada a Tepoztecatl y a Ome Tochtli, así como a los guerreros Mexica muertos en batalla, inclusive se encontraron glifos en honor a Ahuizotl después de su muerte por la inundación de Tenochtitlán.
En el mismo lugar se encontraba una estatua del Dios líder de los Centzon Tochtli (Cuatrocientos Conejos) conocido como Tochtli Zero (ay si… ya me creo un Dios)… digo Ome Tochtli (Dos Conejo).
Como he explicado, los Centzon Tochtli son los Dioses del pulque y la ebriedad, a cada estado de ebriedad (llorar sin sentido, reír por cualquier tontería, andar de mala copa, etc) se le asimilaba un conejo. Entre esos conejitos destacan Cuatlapanqui (el rompecabezas, pues siempre trae un hacha para partir cabezas de los que abusan del alcohol, por lo que se puede considerar como la resaca o cruda), Papaztac (el enervado, quien descontrolaba a los borrachos y los volvía violentos, osea los mala copa) y su líder Ome Tochtli (el encargado de la fecundidad y la cosecha, por lo que daba vida a todo a través del pulque).
La celebración de Ome Tochtli consistía en rellenar una pileta con pulque, la cual estaba en la estatua del conejo, entonces tanto sacerdotes como guerreros, hombres e incluso mujeres embarazadas (solo a ellas se les permitía tomar pulque debido al valor nutricional del mismo) tomaban de ella.
También había vasijas con forma de conejo y en las cuales también se le podía rendir homenaje a los Centzon Tochtli.
¡¡¡Como me hubiera gustado haber participado en una de estas pedas monumentales, sin importar que me sacrificaran después!!! Jejejeje…
Desgraciadamente después de la conquista su estatua fue destruida por culpa de Fray Domingo.

el hijo de Ehecatl...
Bueno… regresando al tema, se llama Tepoztlán por la leyenda del Dios Tepoztecatl (o conocido comúnmente como Tepozteco), el hijo de una princesa de la zona y del Dios Ehecatl (Dios del viento).
Esta leyenda cuenta cómo fue que la hija de un rey tomaba un baño en el rio, un día se encontró con Ehecatl y el resultado fue que la princesa quedó embarazada.
Para evitar los problemas que este embarazo le daría, se enclaustró y cuando dio a luz al niño, le pidió a una de sus sirvientas que lo tiraran al río.
El bebé sobrevivió gracias a que los lirios lo alimentaban, por lo que la princesa se enteró y lo arrojó a las hormigas, pero esto fue en vano pues las hormigas también lo cuidaron y alimentaron.
Al final la princesa lo dejó en una cueva (lugares considerados sagrados porque son las entradas al inframundo, así como para obtener minerales), donde fue adoptado por un par de ancianos, desde ese momento fueron los padres del niño.
Pasó el tiempo y el niño fue creciendo, hasta que un día el rey dijo que los ancianos (los padres adoptivos de Tepozteco) tenían que sacrificarse para alimentar a la bestia (unos dicen que era un gigante mientras que otros dicen que era una serpiente y otros mas dicen que era un dragón), pero Tepozteco no lo permitió y se ofreció en lugar de sus “padres”.
Ellos preocupados le dijeron que no, pues ya habían vivido y no querían perder a su “hijo”, pero Tepozteco les pidió que no se preocuparan por él, que si veían una nube blanca es porque sobrevivió, pero si veían una nube negra entonces ahí sabrían que murió.
Así que mientras iba escalando a su destino iba recogiendo pedazos de obsidiana.
Una vez que llegó al lugar donde se encontraba la bestia, esta gritó furiosamente que quería carne de ancianos y de un solo bocado se tragó a Tepozteco.
Dentro de la bestia, Tepozteco sacó la obsidiana que juntó durante el trayecto y empezó a cortar las entrañas de la bestia, matándola y saliendo victorioso de la batalla.
En honor a ese acto valeroso, el pueblo proclamó a Tepozteco como el nuevo Rey y a su reinado como Tepoztlán.

La leyenda no termina aquí, tiempo después Tepozteco fue invitado a Cuaunahuac (también
el legado de Tepoztecatl...
 conocido como Cuernavaca) a una fiesta, pero llegó vestido con harapos, por lo que los guardias le impidieron el paso.
Entonces convocó un viento muy poderoso que hizo que su vestimenta pasara de un pordiosero a todo un rey. Sorprendidos, los guardias al fin lo dejaron pasar, pero Tepozteco estaba furioso.
Dentro de la fiesta le sirvieron un banquete digno de un rey, pero él seguía enojado, pues pensaba que no estaban alimentando al hombre sino a la ropa que portaba.
Su furia terminó cuando tomó uno de los instrumentos musicales de aire y sopló tan fuerte que desapareció del lugar y siguió volando muy lejos. El fuerte aire provocó un cambio en todo el valle al que le dio nueva forma.
A partir de eso, la gente lo celebraba, quizás con temor por su furia, quizás por la lección que les dio, o quizás porque después del poderoso viento les dio un nuevo asentamiento donde vivir… pero al fin y al cabo lo celebran cada 8 de septiembre.

Finalmente, la leyenda más reciente es una combinación con las ideas cristianas.
Tepozteco fue convertido al cristianismo pero aún así se le respetaba por sus poderes divinos.
Mientras construían la catedral de la Ciudad de México, no podían subir las campanas a su respectivo lugar. Entonces le pidieron ayuda a Tepozteco para subir las campanas.
Él uso el poder del viento para oscurecer la zona y de un momento a otro las campanas
seudo-recreación de las
campanas...
empezaron a retumbar.
En agradecimiento, los frailes le dieron una caja con oro y demás objetos de valor, misma que Tepozteco le dio a sus “padres” a condición de que no la abrieran, después de eso se fue.
Los viejos, tentados por la curiosidad la abrieron, y de ella volaron 5 palomas en direcciones diferentes.
Según la leyenda dice que ese era el tesoro del pueblo y por desobedecer la orden de Tepozteco la riqueza fue a parar a varios puntos y que desde ahí el pueblo sería pobre… cosas que dudo mucho que pase y más con el turismo.

¿Y Cómo me fue en mi viaje a este pueblo?
Si quieren ir a Tepoztlan tienen que ir por la carretera México-Cuernavaca con dirección a Cuautla, luego tomar la desviación y listo…
Si van en autobús hay que ir a la Terminal de Autobuses del Sur (Tasqueña), y tomar un autobús Pullman-OCC.

Mientras tanto los dejo de momento.
No olviden dejar sus comentarios, quejas, mentadas y pulque para venerarme… jejejeje…



Nos vemos mañana para la crónica. =D

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